Michelle Jones

La injusticia al vecino es injusticia a la comunidad entera.

Cuando me uní a Soulardarity, me motivaba actuar debido a mi propia desilusión con respecto de la compañía de energía, DTE Energy, y su devastador impacto en mi familia. Mi barrio de Highland Park en Detroit, MI, ha sufrido de cuentas de electricidad increíblemente altas y la pérdida de servicios básicos conforme los impactos del cambio climático y el control corporativo explotador se tornan más severos. En 2011, DTE Energy recuperó más de 1000 faroles de Highland Park, dejando a la gente en la oscuridad.

Trabajando con el equipo de Soulardarity, comencé a entender que la comunidad no tenía qué aceptar el status quo. Comencé a hacer llamadas telefónicas para invitar a la gente a audiencias y acciones públicas, y me sentí alentada por los residentes que fueron llamados a unirse a la lucha después de escuchar qué tan mal se habían visto afectados los vecinos.

A través de Soulardarity, veo ayuda mutua en acción, vecinos que eligen ayudarse unos a otros organizóndose para un futuro de energía diferente. Hay una alternativa posible que es impulsada por las personas: hemos instalado faroles con energía solar para mantenernos seguros, hemos creado relaciones con empresas locales para generar riqueza para la comunidad y nos hemos organizado para construir más herramientas para la energía limpia local.

Se puede alcanzar un futuro más brillante cuando la comunidad se une para afirmar la energía como un derecho humano. Tenemos el poder para asegurarnos de que toda la gente tenga electricidad disponible, accesible y con un precio que se pueda pagar.